Dedicar tiempo a “hacer sentido” del presente, descubriendo el pasado, es una relación virtuosa que recobró su importancia durante estos dos últimos años, donde la pandemia hizo poner pausa o freno al ritmo de vida marcado por la rapidez o inmediatez. En este sentido, pensar o detenerse a conocernos y en relación con otros tuvo una revalorización que también alcanzó y cargó de nuevas energías a las acciones del Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR).

Así, en la continua labor de difusión para la valorización y promoción en torno al resguardo del patrimonio chileno, integró una jornada de extensión mediante una charla en el Bodegón Cultural Los Vilos, junto al Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (Serpat) que impartió el taller “Una historia de locos” (“Grupo de Educación”, de la Unidad de Tráfico Ilícito de Bienes Patrimoniales).

Hasta la comuna nortina se trasladó la directora del CNCR, Roxana Seguel, para con la ponencia “Los Vilos: 13.000 años de historia, un sentido para el presente”, compartir con la comunidad las claves arqueológicas, a partir de sitios de la excavación tempranos, el Museo Arqueológico de La Serena y el Instituto Smithsoniano (Estados Unidos). También, resaltó lo fundamental de las investigaciones multidisciplinarias en la década de los ochenta, integradas por Lautaro Núñez, Juan Varela, Rodolfo Casamiquela y Carolina Villagrán. También, reseñando las que prosiguieron en los años 90, con Donald Jackson, Roxana Seguel, César Méndez, Antonio Maldonado e Ismael Murillo.

La charla de Roxana Seguel abordó materias tales como el poblamiento de Los Vilos, donde se evidenció la migración de hace 22 mil años, las que según las dataciones provinieron desde el continente africano, cruzando hacia América por el paso de Beringia (Siberia a Alaska). Al respecto, se estima la llegada al Norte Chico en el Pleistoceno, conviviendo el ser humano con animales como el tigre dientes de sable, palaeolama, perezoso gigante y gonfoterio, entre otros; en medio de costas y quebradas inmersas en un ambiente marino más frío y húmedo.

Asentamientos humanos

La directora del CNCR, en la exposición del Bodegón Cultural de Los Vilos, revisó “El hombre de Los Vilos”, de una larga tradición de vida costera. Esto, a partir del sitio arqueológico “Santa Julia”, de 13 mil 350 años, las características como cazadores de megafauna de los primeros habitantes (evidencias encontradas en las excavaciones arqueológicas de 2004, 2005 y 2006), el estudio de objetos y artefactos y las localizaciones como el “Campamento habitacional”, “Ocupación breve”, “Grupo humano pequeño”, “Consumo caballo nativo” y “Confección de artefactos”.

Siguiendo a lo anterior, Seguel abordó el sitio arqueológico “Valiente”, de 12 mil 700 años, donde se concluyó que eran talladores experimentados, al identificarse un taller lítico y vestigios de obtención de materia prima. Otro sitio es el de “Quereo”, de unos 12 mil 977 a 10 mil 630 años, lugar determinante porque permite observar restos de animales que atestiguan las prácticas cazadoras.

Estudios revelan, por ejemplo, una vértebra de mastodonte, húmero de caballo nativo y un metatarso de palaeolama. En tanto, el sitio arqueológico de “Ñagué”, de 12 mil 917 a 11 mil 629 años, arrojó más elementos que comprueban la vida cazadora y costera milenario de Los Vilos, la que se mantiene viva hasta hoy.