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La bacante

Nueva obra en intervención

La bacante

Publicado el 13/05/2013
Bacante
Un importante desafío llega desde el Museo Nacional Benjamín Vicuña Mackenna al CNCR: La Bacante, del escultor Nicanor Plaza, ingresará al Laboratorio de Monumentos para ser diagnosticada y restaurada durante el transcurso del año 2013.

El Laboratorio de Monumentos del CNCR y el Museo Nacional Benjamín Vicuña Mackenna (MBVM) están muy orgullosos de colaborar en un nuevo proyecto de restauración que esta vez tiene como objetivo "La Bacante", escultura de mármol del destacado escultor y ex Director de la Academia de Bellas Artes de Santiago, Nicanor Plaza.

Las "Bacantes", o adoradoras del dios Baco eran, en la antigua Grecia, mujeres consagradas al culto del dios Baco. Fueron muy importantes e incluso influyeron sobre el pensamiento filosófico de la época. Baco era un dios Balcánico que fue aglutinando diferentes prácticas rituales, asociados al vino, la vendimia y las borracheras, que tenían lugar durante las "bacanales", o fiestas dedicadas al dios. Luego se le asoció al culto de la fertilidad. Las bacantes, eran quienes llevaban a cabo misteriosas ceremonias secretas, en su mayoría prohibidas a los varones, durante el transcurso de las fiestas rituales.

La Bacante de Nicanor Plaza, es una de las piezas más emblemáticas del MBVM. Estuvo muchos años ubicada en el hall central del vestíbulo del Museo, enmarcada por un friso decorativo. Recibía a los visitantes con su imponente altura, impecable modelado, líneas sensuales y sinuosas que representan a una encantadora y voluptuosa muchacha ebria y semi-desnuda, que tienta al espectador ofreciéndole su seductora mirada al despejar sus ojos de con una mano que sostiene su frondosa cabellera y que al mismo tiempo invita al visitante a acercarse.

Su historia es tan internacional como la de su creador. Plaza la comienza en Francia en 1871, país en que estaba becado por el gobierno Chileno desde 1863 estudiando en la École Nationale des Beaux Arts, de Paris. Cuando regresa a Chile para asumir como Director de la Academia de Bellas Artes de Santiago la trae consigo para terminarla, no sin antes exhibirla en la Exposición Nacional de Arte e Industria, en el Mercado Central de Santiago el año 1872.

La Bacante hoy nos presenta un importante desafío debido a su deteriorado estado de conservación. Tiene cerca de un siglo y medio de existencia, lo que inevitablemente significa que se ha encontrado en muy diferentes contextos, como terremotos, múltiples traslados y el inexorable paso del tiempo.

A pesar de su actual estado, no ha perdido su valor estético ya que se puede hacer una lectura coherente y apreciar la calidad de la pieza. Sin embargo existen problemas estructurales que a futuro podrían significar pérdidas materiales y de significado. También existe un problema en el mármol, cuya superficie está porosa, tiene corrosión de las estructuras metálicas en su interior, y años de suciedad superficial. Desde el punto de vista de la restauración se deberá realizar limpieza, y reconstrucción de algunas extremidades perdidas, tales como los dedos anular y medio de su mano izquierda sin los cuales no podrá seguir sosteniendo la copa de vino ya vacía, y rellenarla para seguir con su lánguida cadencia.