Las cartas de color son una herramienta esencial para la reproducción consistente y la fidelidad cromática óptima en la digitalización de bienes patrimoniales. La gestión de color se posiciona, según el CNCR, como un proceso integral en la gestión de colecciones, esencial para el acceso, investigación, conservación y difusión del patrimonio.
¿Qué son y cómo las utiliza el CNCR?
Las cartas de color son esenciales para la reproducción consistente del color en imágenes digitales. Su uso permite:
- Calibrar la cámara: caracterizan la relación entre la cámara, el lente y la luz, e interpretan el color con referencia a valores objetivos durante el revelado digital.
- Crear perfiles de color (ICC): esto genera ajustes personalizados que garantizan la coherencia cromática de las imágenes.
- Referencia y medición: actúan como guía visual de colores y métrica del objeto. Alineación con Estándares Internacionales
El trabajo de la Unidad de Documentación Visual e Imagenología (UDVI) del CNCR se enmarca dentro de directrices de calidad internacionales, asegurando que sus procesos de documentación visual cumplan con los más altos estándares de fidelidad:
- FADGI (Federal Agencies Digital Guidelines Initiative): fomenta la fidelidad y exactitud entre las imágenes digitales y el estado de conservación del bien. Exige que la captura sea íntegra, reproduciendo el objeto tal cual es (no debe ser mejorado), y que la edición de la imagen sea mínima, con cualquier procedimiento no estándar documentado en los metadatos.
- METAMORFOZE: requiere que las imágenes se apeguen a estándares de calidad y mantengan una relación verificable con el original.
- AIC (American Institute for Conservation): propone el uso combinado de ColorChecker + AIC PhD Targets en la gestión de color.
En resumen, una carta de color es fundamental para lograr una fidelidad cromática óptima en las imágenes digitales, especialmente cuando la precisión del color es crucial para el patrimonio.
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